La limpieza facial es uno de los tratamientos más solicitados en los salones de belleza debido a su eficacia en eliminar impurezas de la piel en profundidad. Es recomendable someterse a este tratamiento de manera regular, pero, ¿qué significa “regular”? ¿Cada cuánto tiempo es aconsejable visitar un centro de estética para una limpieza facial profesional? Aquí te desvelamos todo lo que necesitas saber para lucir una piel impecable durante todo el año.
El ciclo de la higiene facial
Para determinar la frecuencia de las limpiezas faciales, es esencial comprender el proceso de la higiene facial y cómo reacciona tu piel al mismo. Es fundamental conocer que el ciclo de vida de las células cutáneas oscila entre 20 y 30 días. Aproximadamente cada mes, nuestras células se renuevan.
El principal objetivo de la limpieza facial es promover esta renovación celular, purificando la piel y potenciando la eficacia de tratamientos cosméticos destinados a resolver problemas específicos, como arrugas, manchas, acné y deshidratación.
Después de una limpieza facial profunda, la piel luce más radiante, y esta luminosidad persiste durante las siguientes 24-48 horas. La piel, libre de células muertas, se revitaliza y mantiene niveles óptimos de oxigenación e hidratación, esenciales para una adecuada nutrición cutánea.
Este es el momento idóneo para aplicar tratamientos específicos, ya que tu piel estará más receptiva. Sin embargo, después de un mes, las células comenzarán a regenerarse de nuevo. Por ello, es aconsejable programar la próxima limpieza facial entre 4 a 6 semanas después.
En resumen, si tu piel es mixta o grasa, una limpieza facial al mes es ideal. Si tienes piel seca o normal, podrías considerar hacerlo con cada cambio de estación.
Si desconoces tu tipo de piel o cómo cuidarla, en Unilaser te ofrecemos consultas de asesoramiento cosmético.